Un factor a considerar en la manera en la que se establecen las relaciones interpersonales es la tecnología. Todo parece indicar que la modernidad ha traído consigo mayor complicación a las relaciones que se establecen al interior del núcleo familiar. Tal es el caso de los adelantos tecnológicos a los que hoy en día tiene acceso la mayoría de las personas en el mundo como la red, televisión satelital, telefonía celular y otros más; ya que no han servido de mucho para facilitar la interrelación entre los seres humanos, sobre todo al interior de la familia misma; sino al contrario, solo la han minimizado, postergado y devaluado y, en muchos de los casos, hasta aniquilado.
RECOMENDACIONES
1. Hablar en familia sobre la importancia y el uso de los medios electrónicos como la red, así como de los peligros que implica el mismo, dejando claro que existen tiempos para todo y que la convivencia es más importante.
2. Evitar el uso desmedido de la red en el hogar, estableciendo horarios y conociendo los motivos del uso, es decir: si es para alguna consulta derivado de los quehaceres escolares, o bien si solo es para bajar música, o chatear. Racionalizando el tiempo para cada asunto.
3. Vigilar la visita a sitios web cuyo contenido no sea adapto para la edad de los niños, dígase, violencia, pornografía, etc.
4. Propiciar actividades y reuniones en los que todos participen, rentando una buena película que propicie el compartir ratos agradables; o bien concertar una comida familiar procurando platillos atractivos al gusto de cada uno de los miembros cuando sea el gusto variado y evitar, de esta manera, que alguien no disfrute del todo el momento.
5. Si existen situaciones, eventos y recuerdos que por un tiempo han estado interfiriendo de manera negativa con la dinámica familiar, es muy saludable visitar a un especialista que brinde apoyo de manera oportuna. Este tipo de situaciones incomodas son muy común en toda familia, sin embargo si se dejan de lado y sin la debida atención, se logra con esto solo “anidar” y “encuevar” dicho evento, provocando una situación más compleja y difícil de desarticular.
Es necesario advertir y aclarar, sobre todas las cosas que, la comunicación es un bien social que hay que propiciarlo, construirlo, cuidarlo y alimentarlo de una manera adecuada y oportuna; no es sustituible ni aplazable. Si consideramos, preservamos y mantenemos en buenas condiciones este bien al interior de las familias, podremos cultivar de manera artesanal seres humanos aptos para tomar decisiones, para adaptarse a este mundo lleno de contradicciones y sobretodo entes que sepan relacionarse con los demás y consigo mismo.
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